Lo que tiene que hacer y lo que no con instrucciones claras y concretas. Cómo tiene que hacerlo paso por paso ofreciéndole alternativas de comportamiento que sea capaz de realizar, de acuerdo a su nivel de autonomía.
Resulta de especial utilidad para enseñar hábitos de autonomía personal y social, por ejemplo: aseo, vestido, comida, orden, … relaciones con los demás y normas de comportamiento social
Para llevarlo a cabo, tenemos que tener en cuenta que debemos indicar al niño las instrucciones de la siguiente forma para que él lo automatice y poco a poco lo incorpore como un hábito más. Lo haremos de la siguiente forma:
Decir en voz alta los pasos que tiene que hacer: por ejemplo: en el baño, frotarse el cuerpo.
Actuar nosotros mismos como modelo: para que el niño pueda observarlo.
Dejar al niño que él haga algunos de los pasos: para que lo ensaye y podamos reforzarle mientras lo hace.
Dejar que el niño haga todos los pasos mientras nosotros se los nombramos en voz alta
La enseñanza directa requiere esfuerzo y dedicación. Para que nuestros hijos aprendan hábitos adecuados en su vida diaria. Para llevarlo a cabo, es necesario:
Disponer de tiempo para aplicar la técnica: disponer del tiempo para llevarlo a cabo. Si estamos estresados transmitiremos esa ansiedad a nuestro hijo y no conseguiremos el propósito
Centrar la atención del niño: dedicarnos únicamente a lo que queremos enseñarle. Si lo hacemos de forma atropellada, no lo podrá adquirir como deseamos.
Practicar: No sólo basta con una vez. Lo que aprendemos se afianza cuanto más lo practicamos.
Corregir y elogiar: Que aprenda a rectificar y la forma adecuada de hacerlo. Del mismo modo, es muy importante reforzar cada paso para que lo realice correctamente en la siguiente ocasión.
DAR EJEMPLO. Los niños APRENDEN IMITANDO: valores, actitudes y comportamientos. Los padres son el primer referente a imitar y en quien primero se fijan para reproducir conductas.
El trato de las personas al propio niño, familiares y amigos.
Cómo afrontar responsabilidades del trabajo o tareas del hogar.
Tolerancia a la frustración, cómo reaccionamos ante las dificultades, las canalizamos y expresamos la frustración y el enfado, ante diversas situaciones, desde conducir, hasta problemas laborales o de pareja. En los momentos naturales, y cuando menos imaginamos, estamos enseñando a nuestros hijos. Es la enseñanza natural.
Modales de comportamiento, en la mesa, no decir palabrotas, normas básicas…