¿QUÉS ES LA PSICOMOTRICIDAD FINA?
Es la capacidad para utilizar los pequeños músculos para realizar movimientos específicos: arrugar la frente, apretar los labios, cerrar el puño, recortar… y todos aquellos que requieran la participación de las manos y de los dedos.
La motricidad fina implica un nivel elevado de maduración o nivel neurológico dependiendo de muchos factores, aprendizaje, estimulación, madurez y capacidad personal de cada uno de los niños dependiendo de las edades. La motricidad fina incluye movimientos controlados y deliberados que requieren el desarrollo muscular y la madurez del sistema nervioso central. Aunque los recién nacidos pueden mover sus manos y brazos, estos movimientos son el reflejo de que su cuerpo no controla conscientemente sus movimientos. EI desarrollo de la motricidad fina es decisivo para la habilidad de experimentación y aprendizaje sobre su entorno, consecuentemente, juega un papel central en el aumento de la inteligencia.
¿Cómo desarrollar habilidades psicomotrices?
Las habilidades que desde la escuela infantil desarrollamos trabajando el desarrollo de la motricidad fina implica un nivel elevado de maduración y un aprendizaje, ya que hay diferentes niveles de dificultad y precisión. Para conseguirlo se ha de seguir un proceso cíclico: iniciar el trabajo desde que el niño es capaz, partiendo de un nivel muy simple y continuar.
En LAS ACACIAS trabajamos estas habilidades con metas complejas y bien delimitadas en las que se valoran diferentes objetivos según las edades.
¿Cuál es el desarrollo evolutivo de la psicomotricidad fina?
En el primer año de vida los niños agarrarán un objeto puesto en su mano, pero sin ningún conocimiento de lo que está haciendo. Aproximadamente a las ocho semanas, comienzan a descubrir y jugar con sus manos, al principio solamente involucrando las sensaciones del tacto, pero después, cerca de los tres meses, involucran la vista también.
La coordinación ojo-mano comienza a desarrollarse entre los 2 y 4 meses, comenzando así un periodo de práctica llamado ensayo y error al ver los objetos y tratar de tomarlos. A los cuatro o cinco meses, la mayoría de los niños pueden tomar un objeto que esté dentro de su alcance, mirando solamente el objeto y no sus manos. Llamado «máximo nivel de alcance.” Este logro se considera un importante cimiento en el desarrollo de la motricidad fina.
A la edad de seis meses, los niños pueden tomar un pequeño objeto con facilidad por un corto período, y muchos comienzan a golpear objetos. Aunque su habilidad para sujetarlos sigue siendo torpe, adquieren fascinación por tomar objetos pequeños e intentar ponerlos en sus bocas. Durante la última mitad del primer año, comienzan a explorar y probar objetos antes de tomarlos, tocándolos con la mano entera y eventualmente, empujarlos con su dedo índice.
Uno de los logros motrices finos más significativos es el tomar cosas usando los dedos como pinzas, lo cual aparece típicamente entre las edades de 12 y 15 meses.
A lo largo del primer año, desarrollan la capacidad de manipular objetos cada vez de manera más compleja, incluyendo la posibilidad de marcar el teléfono, tirar de cuerdas, empujar palancas, darles vuelta a las páginas de un libro, y utilizar crayones para hacer garabatos Su juego con los cubos es más elaborado y útil ya que pueden hacer torres de hasta 6 cubos.
A partir de los dos años, Los niños coordinan eficazmente sus músculos pequeños para manipular de diversas maneras una amplia gama de objetos, juguetes y materiales. Empieza a usar movimientos más complicados de las manos., usa utensilios para comer independientemente, apila bloques, intenta ayudar con el vestir, cierra botones, sube la cremallera, se pone los calcetines y zapatos. Garabatea con intención y empieza a dibujar círculos y líneas por su cuenta
Usa la coordinación de los ojos y las manos de manera más controlada: arma un rompecabezas, ensarta cuentas…
La motricidad fina que se trabajan en la escuela Infantil son estos:
Coordinación viso-manual: La coordinación viso-manual conducirá al niño la independencia de la mano-muñeca
Coordinación facial Este es un aspecto de suma importancia ya que tiene dos adquisiciones:
- El dominio muscular
- La posibilidad de comunicación y relación que tenemos con la gente que nos rodea a través de nuestro cuerpo y especialmente de nuestros gestos voluntarios e involuntarios de la cara. Debemos facilitar que el niño a través de su infancia domine esta parte del cuerpo, para que pueda disponer de ella para su comunicación. El poder dominar los músculos de la cara y que respondan a nuestra voluntad, nos permite acentuar unos movimientos que nos llevarán a exteriorizar los sentimientos, las emociones y la manera de relacionarnos, es decir, las actitudes respecto al mundo que nos rodea.
Recuerda que esto es un proceso y cada niño tiene su ritmo de aprendizaje el cual hay que respetarlo y no forzarlo a hacer cosas que aún no está listo.