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LA IMPORTANCIA DEL JUEGO Y DE LOS JUGUETES EN LA INFANCIA

El juego ha constituido a través de todas las épocas una actividad consustancial con la especie humana, desempeña un papel primordial en la vida y en el desarrollo del niño y se configura como un acto necesario para su crecimiento, desarrollo y evolución.

Debemos recordar que el juego en general constituye una de las raras actividades humanas que consigue transcender las monumentales barreras sociales, culturales, lingüísticas, políticas y geográficas que separan los diferentes pueblos de la tierra.

Por este motivo los padres, familiares, cuidadores y maestros deben promover el juego en la vida de los niños y utilizar los juguetes como herramientas que favorecen el aprendizaje y maduración de los pequeños en las esferas física, cognitiva y psicológica.

Los padres pensamos que nuestros hijos juegan para entretenerse, pero no es así. Cumplido el año, el juego les ayuda a conocer el mundo y a ellos mismos, y a descubrir todo lo que pueden hacer. Nosotros podemos ayudarles con juguetes y juegos adecuados a su edad. Todo le interesa porque ya es capaz no solo de descubrir las cosas que le rodean, sino de interactuar con ellas.

El juego cambia a la medida que el niño va creciendo. Pronto el niño estará representando personajes y podrá expresarse y comunicarse libremente; además establecerá reglas en los juegos, ejercitando su capacidad de autocontrol y autonomía.

 

Para él o ella jugar es imprescindible.

Ayudarles a experimentar. Elegir bien los juguetes adaptados a la edad es muy importante, pero hay que tomar precauciones porque a esta edad les atrae todo, incluso las figuras que adornan en el salón o los enchufes.

 

Los papás tenemos que actuar de dos maneras:

Nunca en la historia de la humanidad se ha prestado tanta atención a los niños como en el momento actual. Por este motivo es necesario que los padres se impliquen y promuevan el juego en sus hijos desde las primeras semanas de vida adaptando los mismos a las adquisiciones psicomotoras que se van alcanzando y perfeccionando a medida que se va produciendo, de forma paulatina pero inexorable, la maduración del sistema nervioso.

El crecimiento neurológico de un niño cuando cumple el año no tiene parangón con respecto a otras etapas de su vida, no volverá a repetirse y se desarrolla principalmente a través de las experiencias que le ofrece su medio.

Es fundamental hacer una elección correcta de los juguetes de nuestros niños/as. Es obligatorio por tanto que la actividad lúdica y los juegos que proporcionemos a los pequeños estén acordes con su nivel de desarrollo. Afortunadamente desde hace años el mercado ofrece una amplia gama de juguetes adaptados a las distintas edades.

 


Los juguetes y el desarrollo de los niños

Los juguetes son herramientas esenciales para el buen desarrollo del niño. Juega un papel importante en la formación de los conceptos, aptitudes, expectativas y socialización en los niños.

Desde siempre, los niños han tenido la necesidad de una actividad; de moverse, curiosear, de manipular y experimentar objetos, de crear, de relacionarse, e intercambiar acciones, vivencias y sentimientos.

El juguete adecuado

El juego, además de ser una actividad, ayuda al niño a desarrollar todas sus funciones psíquicas, físicas y sociales. Los niños desarrollan las múltiples facetas de su personalidad: aprenden a relacionarse con el entorno, desarrollan sus aspectos más creativos y perfeccionan sus múltiples habilidades ayudándoles a canalizar tanto su energía vital física, como la mental y la emocional.

Todo esto es de gran ayuda en su desarrollo integral como personas completas, facilitándoles también su integración en el entorno social en el que se mueven. Es por todo ello por lo que es imprescindible buscar el juguete adecuado a cada edad y momento, y ser muy conscientes del papel que tendrá en el desarrollo del niño. El juego cambia a la medida que el niño va creciendo.

En líneas generales se puede afirmar que en los primeros 6 meses de vida, los juguetes más aconsejables son aquellos que ayudan al niño a descubrir su cuerpo, a estimular sus sentidos (con colores, formas y texturas y sonidos diferentes, alfombras con actividades, Los sonajeros, móviles de cuna, etc.), a favorecer el movimiento, (fáciles de agarrar, estimuladores del gateo etc.), Juguetes que estimulen la afectividad (peluches, muñequitos), etc.

Entre los 6 y los 12 meses de vida,
el bebé empieza a explorar los objetos y a reconocer voces. Los juguetes más útiles además de los de la anterior etapa, son aquellos que facilitan sus movimientos y desplazamientos, y los que les permiten explorar el entorno que les rodea, (Pelotas, muñecos de trapo, juguetes sonoros, tentetiesos, balancines y andadores).

A partir de 1 año de edad los niños ya han pasado la etapa de los juegos que solo sirven para mirar y escuchar, ahora le gustan aquellos que le obligan a moverse son especialmente felices con juguetes que pueden manipular, mover, arrojar, empujar, arrastrar, recoger y volver a empezar,(los cubos para encajar y apilar, correpasillos, cochecitos, instrumentos musicales, muñecas y animalitos, palas, cubos, etc).

Cuando cumplen los 2 años.
A partir de los dos años, los niños pasan del juego en paralelo a compartir juegos con otros niños. Necesitan oportunidades para relacionarse con otros niños, aunque al principio de esta edad aún no querrán compartir sus juguetes ni pueden obedecer las reglas de un juego poco a poco lo irán consiguiendo.

Los niños aprenden jugando. El juego permite al niño tomar sus propias decisiones –planificar, construir, etc.-, Además de desarrollar su creatividad, jugar le permite experimentar la sensación de dominio. En el juego practican nuevas habilidades, descubren las propiedades de los objetos cotidianos, se relacionan con los demás…

Les encantan y les vienen muy bien en esta etapa los juegos que le permiten ordenar materiales de forma lógica y clasificar objetos; aprender canciones o poemas infantiles; escuchar música y bailar; jugar con agua y arena, saltar y correr; los juegos de imitación y los primeros juegos simbólicos –jugar a imitar a los personajes de sus cuentos, cuidar a los muñecos-; juegos que estimulen sus sentidos (¿A qué huele esto? ¿Esta fruta, es dulce o salada?); juegos de observación, como el «veo veo» o los juegos de memoria con tarjetas…

Les encantan los libros ilustrados: cuando les leemos cuentos, mejora su expresión verbal y su capacidad de escuchar. No podemos olvidarnos de leerles el cuento de antes de dormir.

También y les encanta practicar su nueva actividad favorita, andar y correr, para ello, debemos potenciar actividades que impliquen movimiento. Empiezan a sentir curiosidad por los nombres e imitan escenas familiares por lo que los juguetes deben tratar de imitar la actividad de los adultos, de aquí el interés de los juegos que estimulen su coordinación motora y en definitiva su creatividad, (además de los de anteriores etapas están: triciclos, rompecabezas, pinturas, teléfonos y muñecas, cocinitas, talleres, etc.

Pronto el niño estará representando personajes y podrá expresarse y comunicarse libremente; además establecerá reglas en los juegos, ejercitando su capacidad de autocontrol y autonomía
Los juguetes indicados a los dos años: sus primeros juegos de construcción, juegos de ensamblar piezas, plastilina, dominós, juguetes musicales interactivos, muñecos, juegos de empujar o pinturas.

 

Juegos sin juguetes

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Los peques de esta edad no necesitan demasiadas cosas para divertirse. Estas son algunas ideas.

El escondite sonoro: escondemos un objeto que suene, como un despertador, una radio o un patito que haga «cuá cuá», y le animamos a que lo encuentre. Luego le pedimos que lo esconda él. Con este juego desarrolla las facultades auditivas y fomenta su atención y su sentido de la orientación.

Juego de los bailes: le entusiasma cantar y bailar. Canciones populares como «que llueva, que llueva», «el corro de la patata» o «pasemisí» se pueden plantear como bailes divertidos para cogerse de las manos, saltar, dar vueltas…

Juego de la aventura: está especialmente indicado para los que empiezan a ponerse de pie e incluso acaban de comenzar a dar sus primeros pasos. Se le prepara un recorrido en la casa lleno de aventuras, en el que tiene que ir cogiendo objetos que le llamen la atención. Para ayudarle a desplazarse de un lado a otro conviene acercarle muebles estables que le sirvan de apoyo. La meta será llegar con alguno de los tesoros a donde estén papá o mamá, y el premio, un buen achuchón.

Puching-ball: se cuelga del techo un globo grande o un balón playero y se deja a la altura del pequeño. Así podrá darle empujones y puñetazos las veces que quiera sin peligro de que se haga daño. De pie, se estira hacia el balón y, al golpearlo, ejercitará el equilibrio para no caerse.

Elige el mejor juguete para tu hijo según la edad que tenga. En el mercado, la oferta de juguetes es tan grande y variada que es muy difícil decidirse por el más adecuado o el mejor. ¿Qué se debe considerar a la hora de elegir un juguete para un niño? Estos son algunos consejos y sugerencias para que los padres puedan orientarse a la hora de elegir y comprar juguetes para los niños.

Consejos para elegir juguetes

  • Que sea seguro. Debe estar confeccionado con materiales que no se astillen o sean cortantes si se rompen. Los colores han de ser sólidos y no tóxicos. Cuanto más pequeño es el niño/a más grandes deben ser los juguetes.
  • Debemos comprarlos adecuados a su edad pensando, siempre, en la finalidad y actitudes que desarrollan en nuestros hijos.
  • Tengamos en cuenta su personalidad: un niño/a retraído necesitará juegos socializadores (varios jugadores); a un niño/a hiperactivo/a le resultarán adecuados juegos de atención, artísticos, etc…
  • Que sea simple. Esto aumentaría la gama de usos que se pueden hacer de él, desarrollando su fantasía y su capacidad simbólica.
  • No comprarlos para satisfacer un capricho momentáneo del niño/a.
  • Generalmente no deben ser utilizados para premiar o castigar a un niño/a.
  • Debemos tener en cuenta que el exceso de juguetes mata la fantasía y produce aburrimiento. Los niños necesitan pedir ante todo.
  • Conviene instruir a los familiares para que no regalen juguetes de forma indiscriminada.
  • El mejor juguete no es necesariamente el más caro.

Juguetes por edades para los niños

  • Los arrastres, los correpasillos, andadores y juguetes de cuatro ruedas muy estables, para que pueda ir sentado y darse impulso con los pies.
  • Las pelotas grandes de plástico o tela le encantan y disfrutará corriendo tras ellas y viendo cómo se alejan si las empuja y cómo vuelven si otra persona las empuja de nuevo hacia él.
  • Construcciones de piezas grandes de madera o de plástico para que las amontone, apilables, cubos, encajables de diversas formas, tamaños y colores y rompecabezas sencillos de dos o cuatro piezas con dibujos llamativos.
  • Juegos para la arena. Las pala y el cubo de toda la vida para jugar en la playa o el parque son un buen ejercicio para la coordinación óculo-manual.
  • Coches o camiones grandes que pueda hacer rodar y cargar con otras piezas, volcar y volver a cargar de nuevo.
  • El momento del baño es ideal para que se entretenga un rato y descubra que el agua se escapa entre sus deditos. Con un pequeño vasito sí puede retenerla, y eso le fascina. Los patitos, los libros sumergibles…
  • Instrumentos musicales adaptados a su edad: baterías, trompetas, pianolas que emitan sonidos con cada tecla, xilófonos, casetes con micrófono para que pueda grabar su voz y luego escucharse…
  • Materiales como la plastilina, la masa de cocina para hacer galletas, pintura de dedos, las ceras, incluso arena fina utilizada bajo supervisión, le ayudan a desarrollar fuerza y habilidad en sus manitas.
  • Los muñecos, los guiñoles y los peluches, complementos, cocinita, cacharritos, comercios, enseres de médico, etc.

Demasiados regalos de Navidad para los niños no es bueno

Enseñemos a los niños a valorar lo que tienen. En breve llegará Papá Noel y los Reyes Magos cargados de regalos para los niños que se han portado bien y han sido buenos durante el año. Durante estas fechas, los niños se llenan de regalos y de juguetes, tantos que, en la mayoría de las ocasiones, podemos afirmar que son demasiados.

A veces, los niños reciben tal cantidad de juguetes, que se ven desbordados, terminando por hacer caso a muy pocos de ellos, y no es raro ver a niños rodeados de juguetes, y diciendo que se aburren.

Exceso de juguetes, niños sobreestimulados.
Esta avalancha de juguetes hace que los niños estén «sobreestimulados», provocando que no tengan tiempo para aprender a estar ellos solos y a tolerar la frustración que se desencadena cuando, en un determinado momento, pueden aburrirse, o no saber qué hacer… Y esto es un error, pues la única persona que podemos asegurar que será nuestro compañero de vida, de forma incondicional hasta el final de nuestros días, somos nosotros mismos. Es por eso, que desde pequeños, tenemos que aprender a querernos, y a estar a gusto con uno mismo. Por eso, es bueno que los niños aprendan a estar solos a ratitos. Cuando son pequeños, tenemos que dejarles el juego dirigido, diciéndoles vete jugando con estos coches, o con esta muñeca, o monta la clase para jugar a profesores, que papá o mamá vuelven en un ratito para ver qué es lo que haces y, que ese tiempo, cada vez se vaya alargando más.

Los niños tienen que aprender a aburrirse, empezando por tolerar la frustración que les puede producir no tener un plan de forma continua. No es bueno que un adulto esté guiando constantemente sus actividades, incluidas las de ocio.

El esfuerzo de los niños tiene premio.
Con el exceso de juguetes, pasa una cosa parecida. Hay niños que tienen casi todo lo disponible en el mercado, y no son capaces de disfrutarlo. ¿Por qué? En muchas ocasiones porque no lo valoran. Cuando las cosas nos vienen dadas y no nos hemos tenido que esforzar por conseguirlas, no las valoramos tanto como aquello por lo que hemos luchado, por lo que hemos trabajado y que nos ha costado un esfuerzo conseguir. Los Reyes Magos y Papá Noel, traen regalos a los niños que han sido buenos durante el año, y es muy importante recalcar esta parte a los niños, pues de esta forma podemos ligar estos regalos, los juguetes, a la conducta del niño, al esfuerzo que ha hecho durante el año.

Hay niños que reciben demasiados juguetes, y se juntan con tantos regalos, que se les olvidan y no son capaces de atender a todos. Seamos razonables y utilicemos el sentido común, no llenemos al niño de juguetes y regalos innecesarios. Lo ideal es pactarlo previamente con la familia y los amigos.

Los niños a partir de los dos años empezarán a seleccionar sus regalos, pero eso no quita que los padres dirijan la carta en función de la edad y de las necesidades de cada niño. Así, por ejemplo, siempre es bueno incluir libros, cuadernos de actividades, lapiceros, pinturas, e… Otro juguete del que sacarán mucho partido es una pizarra, pues si son más pequeños les encantará para jugar a los profesores, y cuando sean más mayores nos servirá como soporte para trabajar en casa con los deberes. Y no olvidemos una premisa fundamental: enseñemos a los niños a valorar lo que tienen.

Espero que esta información os ayude de de cara a la próximas Navidades a elegir los juguetes para vuestros hijos/as. No olvidéis que los niños deben de ir descubriendo los juguetes de uno en uno y que no es bueno que vean 3 al mismo tiempo.

En definitiva debéis de saber que el juego de los niños consiste en perder el tiempo, en perderse en el tiempo, en encontrarse con el mundo a través de una relación excitante, llena de misterio, de riesgo y de aventura. Y el motor de esta acción es el más potente que conocemos los seres humanos: el placer. Por eso los niños y las niñas, cuando juegan de verdad, pueden olvidarse hasta de comer.

Por último os quiero decir que jugar con vuestros hijos es la mejor inversión que podéis hacer de vuestro tiempo para su educación.

 

Adoración Navarro Psicopedagoga

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